Armando Discèpolo es sin duda uno de los màs importantes dramaturgos de la historia teatral Argentina. Algunos de sus textos como "Stefano" y "Babilonia" podrìan unirse sin objeciones a los màs ricos de la historia del teatro universal En Stefano vuelve a tratar nuevamente, como en la mayorìa de sus obras, el tema del fracaso. El protagonista es un inmigrante italiano que llega al paìs para triunfar en la mùsica. El cree que es un compositor y ejecutante brillante, cuando es realidad es un mediocre, que no puede terminar, durante muchos años, su famosa òpera con la que piensa revolucionar al mundo. Cuando supone conseguirlo, en realidad es una copia de fragmentos de mùsicos famosos que tiene atesorada en la memoria. Su problema principal es que no puede mantener a su extensa familia, con varios hijos, una mujer, y sus padrès, a los que obligò casi a a,abandonar su Italia natal, donde tenìan un buen pasar, para encontrarse en Argentina sufriendo el hambre y la miseria. En el momento de iniciarse la acciòn Stèfano transita por su momento màs triste. Fue despedido de la orquesta donde trabajaba y debe mantenerse con algunos arreglos que le provee un ex discìpulo suyo. Y eso por supuesto acentùa la miseria de su casa y su familia.
La versiòn de Rubèn Pires es brillante. Acentùa los rasgos grotescos de los personajes y los convierte casi en payasos. Para eso les dibuja el rostro y les aporta movimientos singulares Luis Longhi compone un Stèfano estupendo, dotàndolo de un enorme dramatismo. Aprovecha sus conocimientos en la ejecuciòn de varios instrumentos musicales para enriquecer la puesta. Su Stèfano es menos orgulloso y màs dèbil y vacilante. Marcelo Bucossi y Elida Schinoca dibujan a los padres en forma brillante. La gran actriz Maia Francia compone con talento a la sufrida esposa del protagonista. Gonzalo Alvarez es una grata sorpresa componiendo a Pastores, el ex alumno que Stèfano cree que lo traicinò y que en realidad lo està ayudando. Pero le da un golpe mortal cuando le comunica que en realidad lo despidieron de la orquesta por "hacer la cabra" (desentonar con su instrumento). Pires mantuvo en su puesta el cocoliche en el idioma de los personajes inmigrantes y el normal para los argentinos lo que es otro de sus aciertos. . Muy recomendable
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